top of page
Valentín Baccelli

Venezuela tras las elecciones: ¿Cómo se vive el día después?

Actualizado: 6 ago

Venezuela votó el domingo 28 de julio. Se trata de una sociedad cada vez más fragmentada, desigual y polarizada que supiera ser faro de proyectos políticos izquierdistas de la región y uno de los países con mayor clase media de América Latina.



En cuanto a la discusión pública que marcó este año electoral, fueron dos los temas centrales: los efectos de la crisis económica (pobreza, falta de trabajo, inseguridad, migración, familias separadas) y la calidad de la democracia. Lo que sabemos es que durante las últimas décadas no dejó de haber comicios electorales, pero que desde 2015 hubo un quiebre en materia democrática: con la anulación de los resultados de las elecciones legislativas de ese año. Siguiendo al analista José Natanson, compartimos la idea de que la debacle económico comenzó con la gestión de Chávez, mientras que el democrático, con Nicolás Maduro. No tratándose ya éste de un liderazgo carismático, se recurrió a nuevas viejas herramientas para el sostenimiento en el poder.


Hoy el mundo está en vela aguardando el recuento transparente de los resultados del 28 de julio. En la madrugada del lunes 29, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó vencedor a Nicolás Maduro en su segunda reelección con el 51,4% de los votos, mientras que Edmundo González Urrutia alcanzaría el 44,2%. Resultados que, según el organismo, corresponden al 80% de las mesas escrutadas. Los mismos fueron rechazados por la oposición que se veían como ganadores, y, por lo menos, cuestionados por buena parte de las miradas internacionales no alineadas con el gobierno venezolano. María Corina Machado -líder inhabilitada para postularse como candidata por el régimen- afirmó que González Urrutia ganó con alrededor del 70% de los votos. La diferencia respecto a los números oficiales es abismal. El fraude tuvo lugar en el conteo de los votos, ya que el sistema de votación cuenta con la confianza de las partes y se cumplió bajo la observación de veedores internacionales. Sin embargo, es importante aclarar que solo pudieron participar como veedores internacionales la ONU y el Centro Carter, y que se deportó a políticos extranjeros invitados por la oposición para observar los comicios. Con el correr de los días no existen evidencias para sostener los números oficiales. La página web del CNE se encuentra caída desde el domingo por la tarde.


Los referentes de la oposición sostienen, desde el domingo por la noche, que al contar con los resultados del 40% de las mesas escrutadas -momento en que se detuvo el proceso de contabilización- ya podían observar una tendencia que daba como ganador a Urrutia con una diferencia de alrededor del 30% respecto a Maduro. Tendencia que se condice con los sondeos pre-electorales de diversas consultoras. Ya el día 31 de julio, contando con la información aportada por testigos electorales así como por información filtrada por miembros del Plan República -operación militar que controla el proceso electoral-, Machado confirma dicha tendencia al tener en su poder cerca del 80% de las actas. Los datos se publicaron en una plataforma elaborada por la misma oposición: https://resultadosconvzla.com/. En la misma Urrutia cuenta con el 67% de los votos, mientras que Nicolás Maduro apenas con el 30%.


Las reacciones internacionales


Durante las primeras horas del 29 de julio países como Bolivia, Honduras, China, Irán y Rusia, aceptaron sin más el triunfo de Maduro. Por su parte, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay lo rechazaron a través de un comunicado conjunto en el cual exigían “garantías de que los resultados electorales respetarán a cabalidad la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas”; como respuesta las autoridades venezolanas anunciaron el retiro del personal diplomático de esos países. Chile, Brasil, EEUU y la Unión Europea, aguardan las actas del CNE que ratifiquen el mencionado resultado. El mismo posicionamiento adoptaron la ONU y el Centro Carter -únicos veedores internacionales en los comicios-.


Durante la jornada del martes 30 de julio, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un informe contundente denunciando la corrupción de las instituciones venezolanas que horadan la garantía de libertad política de los venezolanos. El mismo día, el Centro Carter, tras haber solicitado la publicación de las actas pertinentes, notificó la suspensión del informe sobre la situación en Venezuela, así como la retirada de su equipo del país caribeño. Al miércoles 31 de julio no se contaba con información pormenorizada ni desagregada siquiera por estado, sobre los resultados de los comicios celebrados el pasado domingo; razón por la cual el Centro Carter declaró en un comunicado que las elecciones no pueden ser consideradas democráticas al no adecuarse a parámetros y estándares internacionales de integridad democrática.


El miércoles 31, los presidentes de Estados Unidos, Brasil y Colombia exigieron al gobierno venezolano la publicación de las actas electorales para garantizar la transparencia de los resultados. Mientras que desde la Casa Blanca se sostiene que los resultados no representarían la real voluntad de los venezolanos, desde el Palacio de Planalto, el Presidente de Brasil, Lula da Silva, sostuvo que la contienda electoral se desarrolló con normalidad. A pesar de sus diferencias, ambos mandatarios se expresaron de manera conjunta tras mantener contacto telefónico por media hora. Por su parte, Gustavo Petro, lo hizo a través de su cuenta de X en defensa de la paz, la transparencia y la democracia en Venezuela. Un dato no menor es que estos tres países son de los principales receptores del éxodo venezolano, por lo cual mantienen un interés directo en la pacificación y normalización del país caribeño. Por su parte, el presidente mexicano, Manuel López Obrador, sostuvo que México va a respetar los resultados una vez que se publiquen.


Durante los días siguientes a las elecciones se desarrollaron manifestaciones a lo largo de todo el país por el descontento respecto a los resultados difundidos oficialmente. A la fecha, según el portal Efecto Cocuyo, se contabilizaron por lo menos 11 muertos y 1062 detenidos en las movilizaciones.


Los resultados definitivos, sometidos a la transparencia, serán los que cuentan pero la paciencia se agota. Los resultados que sostiene el gobierno no están publicados oficialmente, por lo tanto son inauditables. Estos son la clara expresión de la voluntad de las y los venezolanos. Mientras tanto, podemos considerar como saldo positivo la capacidad de articulación de la oposición venezolana, ya habituada a presentarse fragmentada o bien a recurrir a la abstención electoral. De igual manera, es importante señalar la versatilidad de la oposición: tras la inhabilitación de dos candidatas, María Corina Machado y Corina Yonis, se supieron dar un nuevo candidato y mantenerse de pie. 


Entradas Recientes

Ver todo

Es tiempo

bottom of page