¿Qué sucede con el último aliado francés en la región del Sahel?
El 26 de julio, Níger, el país africano, fue el escenario de un golpe de Estado liderado por el general Abdourrahmane Tchiani, quien depuso al presidente Mohamed Bazoum. Níger es el cuarto país del mundo con más reservas de uranio en su suelo y Francia necesita de éste para hacer funcionar las centrales nucleares que suministran electricidad a todo el país, siendo la principal potencia energética nuclear en Europa y la segunda en el mundo, luego de Estados Unidos.
Por otro lado, las democracias africanas pierden un aliado en la región del Sahel y los militares de Mali y Burkina Faso, que tomaron el poder en 2021 y 2022, ganan un aliado. Ahora, todos los presidentes de la región son militares y en tres de los cinco países gobierna una junta golpista; en Mauritania el presidente, el ex general Mohamed Ould Ghazouani, fue elegido en las urnas. En Chad el general Mahamat Idriss Déby Itn, heredó el cargo de su padre.
Además de las complicaciones que conlleva el golpe de Estado en materia económica productiva, se teme que el accionar haya estado apoyado de alguna manera por Rusia y el Grupo Wagner. Níger era uno de los pocos países en la región que había evitado la influencia rusa en África y no tenía presencia del Wagner, una empresa paramilitar de origen ruso. Sin embargo, los países europeos y EEUU temen que Níger pueda inclinarse hacia el Kremlin en busca de apoyo o influencia política, similar a lo que ocurrió en otros países de la región, como Mali, Burkina Faso y Sudán. El alineamiento de la junta con Rusia puede tener implicaciones en la geopolítica de la región y afectar a los intereses de estos países que tienen presencia militar en Níger y que lo han mantenido como un aliado estratégico en la lucha contra el terrorismo (yihadismo) y como proveedor de uranio.
El principal uso del uranio en la actualidad es como combustible para los reactores nucleares que producen el 3 % de la energía generada por el ser humano en el mundo y Francia lo obtiene en mayor medida del país aficano. De acuerdo con la Asociación Nuclear Mundial (WNA), produjo 2.020 toneladas métricas de uranio tan solo en 2022, lo que representa entre el 4% y el 5% de la producción minera mundial. El año anterior, 2021, la producción fue todavía más alta, alcanzando las 2.991 toneladas de uranio. La mina de Arlit, una de las más grandes del país, es explotada por la empresa público-privada francesa Orano, de la cual el 45% del capital pertenece al estado francés. En el año 2001 Francia cerró su última mina de uranio y desde entonces depende de la importación del material indispensable para la creación del 70% de la electricidad de que hace funcionar el país. Níger es el segundo mayor proveedor de uranio para la UE, con el 25,38 % en 2022 solo por detrás de Kazajistán, según datos de la agencia atómica del bloque comunitario, Euratom.